La competencia no existe

LA COMPETENCIA NO EXISTE.

Así de contundente y así de claro. En mi experiencia profesional con marcas de muy diversos sectores, he puesto a prueba una de las principales máximas del marketing desde sus inicios: ¡estudia tu a tu competencia e intenta superarla! Y me he dado cuenta de que es una gran máxima, pero con reservas. Y hoy quiero poner el foco en ellas y contarte por qué, cada vez más, creo que LA COMPETENCIA NO EXISTE (o al menos no, cómo la conocemos hasta ahora).

Pero, ¿qué es realmente la competencia? ¿Qué debemos entender por competencia? Y lo más importante, ¿Qué debemos analizar de nuestros competidores?

Si te preocupa tu competencia, o te intriga el título de este post, te invito a que sigas leyendo, y me cuentes qué opinas 🙂

 

Empecemos por el principio:

La competencia existe entre marcas, productos o servicios de la misma naturaleza. Comparten sector, comparten público objetivo y/o resuelven las mismas necesidades.

Tenemos que distinguir entre Competencia Directa (dichas marcas o productos resuelven las mismas necesidades para un mismo público objetivo de un modo muy similar) y Competencia Indirecta (resuelven alguna de las necesidades de nuestro público objetivo de un modo distinto a nosotros, en cuanto al producto o la prestación del servicio).

Con estas breves nociones sobre competencia, seguro que se te vienen a la mente marcas y/o productos que estarían dentro del primero grupo (competencia directa) y del segundo (competencia indirecta).

Pero aquí está el kit del asunto, la clave de la cuestión, la razón de ser del título de esta publicación…

El consumidor compra el CÓMO. 

En todas estas definiciones clásicas siempre se pone el foco en el producto, o en el servicio (el objetivo de la venta) pero, ¿qué ocurre con la joya de la corona de las ventas de hoy en día?  El consumidor compra entretenimiento, historias, experiencias, … que siempre se crean entorno a la marca o a sus productos, en base a las preferencias del público y teniendo en cuenta tendencias y consumer insights.

Marcas de todos los sectores manejan la misma información. Analizan mercados, detectan oportunidades y ejecutan cambios en sus estrategias de comunicación. Así que, con el objetivo de agradar y seducir al consumidor, podemos observar cómo dentro de un mismo sector se igualan los discursos de unas y otras marcas, lo que hace que el consumidor se encuentre con productos y propuestas de valor cada vez más similares entre sí.

Por eso digo que LA COMPETENCIA NO EXISTE, si no somos conscientes del valor de percepción del consumidor. 

No basta con analizar el sector y las tendencias generales, es necesario que profundices, y que no pierdas nunca de vista que lo principal es conectar con tu público objetivo hablándole en su idioma y resolviendo sus necesidades: primero en la comunicación, y después, con el producto o servicio que le ofreces.

Y si la competencia no existe, ¿por qué obsesionarnos?

Aquí es a donde quiero llegar. Estaría loca si te dijera que no es vital que le tomes el pulso al sector, y a lo que están ofreciendo otras marcas a tu público objetivo, pero siempre en su justa medida y con el chip del aprendizaje.

Es decir, analiza a todos los competidores con el foco de detectar las mejores prácticas, las mejores acciones de comunicación, las mejores estrategias… y extrae aprendizajes que te ayuden a mejorar tu marca; pero no te obsesiones, y apuesta por una historia y discurso de marca propios y veraces, solo así entenderás qué significa esto de que LA COMPETENCIA NO EXISTE, porque en el momento en el que te centras en ofrecer un producto único y relevante, poco importa lo que estén haciendo otros.

Tu cliente lo detectará, y poco a poco llegará a ti.

Ready para enfocarte en tu marca de verdad y trabajar por destacar entre el mar de marcas que día a día impactan a tus públicos?

#Go

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